domingo, 10 de julio de 2022
lunes, 27 de junio de 2022
CALLEJONES SIN SALIDA 9
La sonrisa
de Ramiro Hinojosa en la pantalla del computador resaltaba blanca y generosa en
su rostro de tez muy morena de alegre panameño. No llevaba uniforme, pero sí su
pañolín. Atendía la videoconferencia desde su casa en el barrio de “El
Cangrejo” A esa hora llovía en Ciudad de Panamá.
—Muchas
gracias Ramiro por ayudarnos —le dijo Alberto Cifuentes— como te conté en el
correo esto es algo más bien extraoficial, así que te pedimos también mucha
discreción. Disculpa que abusemos de tu buena voluntad pero eres el dirigente
scout panameño que me da más confianza para hacer estas consultas. El viaje de
Fernando Reyes a tú país y el registro de “Sequoia” con Panamá como única
sucursal en el exterior parecen mucha coincidencia.
—¡Pero claro
fren! Vaya problemón que se traen entre manos. Mira tú que aparecer un cadáver de
un asesinato justo ahí en el Campo Escuela. Yo ya estuve por allá hace algunos
años ¿sabían? Un lugar sólido, fabuloso eh. Con esos tremendos árboles. Muy
bonito para acampar aunque muy frío por las noches. Bueno, bueno comprendo que esto está bien bien
delicado. No se preocupen por eso del sigilo. A mí tampoco me interesa hacer
mucha bulla, luego les cuento por qué. Además, ya les tengo algo de
información. Con lo que me escribiste Alberto me puse a ver si podía reunir algunos
daticos y algo, o más de algo, he logrado…
—¡Somos todo
oídos Ramiro! Así como en la película …tú eres “Nuestro hombre en Panamá”.
—¡Así mismo
estoy yo, de agente secreto sin saber como se hace eso! Bueno pues. Lo primero
es que esa empresa “Sequoia” que me nombran no tiene oficina por acá… o sea,
tiene y no tiene… ¡Ya ven que rápido me pongo a tono con las novelas de espías!
Antonio Ibar
y Alberto Cifuentes se miraron extrañados y con la misma expresión miraban alternadamente la pantalla del computador en
el que tenían la videoconferencia con Ramiro, su contacto scout en ese país
caribeño.
—...espérense
que me explico, ya me explico muchachos. “Sequoia” no tiene oficina propia acá
en Panamá. Y es por aquí donde encontramos un primer hilito de esta telaraña
—le dijo con tono de suspenso— Su dirección corresponde a la de la “Fundación
Kudú” y ahí tienen sólo un anexo telefónico donde dejar mensajes grabados…
—¡¿Y qué es
eso de “Fundación Kudú”?!... ¿Kudú, como el cuerno de Kudú de Baden Powell?
—¡Es que ahí
viene lo más sabroso mis frens! —les dijo Ramiro con evidente emoción
frotándose las manos— El nombre es justamente por el cuerno mismo ese de BP y esta
fundación funciona en la “Ciudad del Saber” ¿La conocen?
—No —contestaron
casi al unísono.
—Vean “Ciudad
del Saber” es acá un recinto bastante grande donde antes estaban las
instalaciones militares de EEUU cuando controlaban el Canal. Tiene varios
edificios, muchos prados, calles interiores, y espacios al aire libre. ¡Hasta
un lago artificial tiene! Ahí funcionan muchas organizaciones porque hay
oficinas, salas de conferencia, restaurantes y tambié hoteles. Entonces, entre
las instituciones que allí hay está la sede de la Oficina Scout Panamericana. Hasta ahí todo clarito y sin bulla, pero…
además, en un edificio cercano, en una oficina pequeña, funciona también esta llamada
“Fundación Kudú”. Cuando tú llamas por teléfono te responde siempre una
grabación que dice: “Somos Fundación Kudú para el apoyo del scoutismo Panamericano,
deje su mensaje después de la señal” ¿me siguen? Pero la cosa es que por
acá en Panamá y entre los conocidos que tengo en la OSP, que no son pocos,
nadie tiene muy claro a qué se dedican. Tampoco es que tenga mucha actividad en
su sede porque nunca han visto a alguien por ahí. Un amigo me alcanzó un
folleto que tenía de ellos donde dice: “Desde hace casi cuatro décadas con
espíritu de fraternidad financiamos proyectos en países de Centro América y
América del Sur para colaborar con Grupos de Guías y Scouts en situación
vulnerable”; en todo caso aquí en el
impreso este no mencionan ninguno de esos proyectos en particular. En Panamá al
menos no conozco ningún grupo que haya recibido dinero o materiales de ellos. Hay
un dato más preocupante aún… esto sí que
me costó un poco más de averiguar y le pone sazón al asunto…
—¡Suelta,
suelta! –dijeron a coro Ibar y Cifuentes.
—¿Qué
quieren que suelte mis fren?
—¡No, que
nos cuentes! Que nos tienes ansiosos por
saber.
—Ahhhhh, ofi
, ok. Pues ni más ni menos que los que llevan las riendas en esa tal “Fundación
Kudú” son gente reconocida del círculo los hermanos Balaguer…¡Los Balaguer! ¡Ayala vida! ¿Qué tal? —y al pronunciar ese
apellido el dirigente scout panameño abrió los ojos y levantó las manos al
cielo como para darle más espectacularidad a la revelación— Solo después de
unos segundos de silencio, inmóvil mirando la pantalla y esperando una reacción
de los chilenos, Hinojosa cayó en cuenta que ese nombre no le decía nada al par
que tenía al otro lado de la conexión.
—¡Pero que
chuzo, claro! Uds no saben de qué les hablo
¿no?. Miren —y se acercó a la pantalla bajando la voz— acá los Balaguer acá son
requetebién conocidos y nunca por buenas razones. De jovencitos fueron colaboradores
y protegidos de Benjamín Colamarco. Eso fue en los días finales del “Cara de
Piña”, de Noriega quiero decir, antes de la invasión de los yanquis ¿me siguen?
Y Colamarco a su vez fue el que organizó el “Batallón Dignidad”. Así se
llamaban los grupos de civiles, que se colocaban unas sudaderas color bermejo y
salían a la calle con palos, fierros, cadenas y hasta machetes a espantar y golpear
a los opositores de Noriega. Desde entonces y hasta ahora, a estos nenes que ya
están mucho más grandecitos, se los ha vinculado a un montón de asuntos
turbios. Tanto en la política, como en los negocios, pero siempre salen bien
librados de las acusaciones. Peinaditos y bien tallao´s así como los ve. ¡Son
gente peligrosa! Hay que andarse con cuidado eh. Por eso yo les pido también
que no cuenten que fui yo quien les dio estos datos. Con estos pillos es mejor
andarse con pie de plomo.
—Sí algo
recuerdo de las noticias sobre la invasión de EEUU para derrocar a Noriega. Fue
como a fines de los 80s ¿no? el tipo pasó de ser su dictador protegido a un
paria cuando se hizo demasiado evidente lo del tráfico de drogas. Y como el
hombre se les puso porfiado y no quiso salir por la buenas, entonces llegaron
los paracaidistas y pa’ fuera.
—Tal cual mi
fren. A Noriega, que incluso fue informante de la CIA, lo sacaron y ahí anduvo
dando vueltas por cárceles hasta que se enfermó bien grave y se murió. Pero
cuando se calmó todo, mucha de su gente, de sus comandantes y allegados que para
la invasión se escondieron bien rapidito en Colombia o en Costa Rica pues regresaron.
Sin el uniforme claro, y retomaron, rapidito también, los “bisnes”. “Los
discursos cambian de color, pero el dólar siempre es verde” decía mi abuela
Olivia que en la paz del Señor descanse.
—Entonces
–agregó Cifuentes- esa Fundación Kudú para el apoyo al scoutismo panamericano…
—¡Ayala
vida! Hagamos esto —lo interrumpió entusiasmado el panameño— Ud hace como que
no preguntó y yo hago como que no le respondí, pero para mí, digo no más para mí
y entre nos, eso es ¡fachada mi fren chileno! ¡Pura fachada! Lamentablemente de
esas cosas hemos aprendido mucho en los últimos años por acá —le remató
Hinojosa con sonsonete tropical desde una lluviosa Ciudad de Panamá.
Ya estaban
en la despedida agradeciendo nuevamente toda la investigación y los datos que
Ramiro Hinojosa les había entregado, cuando al scout panameño se le cayó la
libreta que había tenido entre manos para consultar de vez en cuando durante la
videoconferencia. Se agachó para recogerla y al salir su figura del centro de
la pantalla del computador en la azul pared del fondo quedaron a la vista
varios pañolines scout; un poster de la banda británica “The Cure”, ese con
Robert Smith dando la espalda con la guitarra colgando; y junto a una pequeña
repisa, pegado con pequeñas tachuelas un banderín blanco con la silueta roja de
un corcel cabalgando. “Caballos” se alcanzaba a leer claramente junto al
dibujo.
—Disculpa
Ramiro —preguntó Ibar— el banderín que tiene ahí en la pared la pared, ese que
dice “Caballos” ¿de qué es?
—Ese es de
un equipo de basquetball bien conocido y con mucha fanaticada por acá.
“Caballos de Coclé” ¿Los conoces?
—No, pero el dibujo me tocó verlo hace poco. Hace muy poco. “A veces los árboles no dejan ver el bosque”. Eso lo decía mi abuela Guillermina, que en paz descanse, también.