viernes, 15 de agosto de 2014

GOLONDRINA Y UN HOMBRE DE MAR




"La leyenda dice que si el hombre de mar no llega a destino y se muere durante el viaje antes de encontrar puerto, vendrá una golondrina para llevar su alma y acompañarla hasta el más allá.... Por eso, mejor que anclas, corazones, o algún nombre de mujer, yo me hice este tatuaje con una golondrina... Dicen que es de buena suerte para el que se embarca. Nunca me ha fallado y me acompaña desde muchacho. Me la dibujaron en Talcahuano. Ahora tiene las alas cansadas como el brazo en el que vuela".



Don Belarmino se acercó a mi mesa en una fuente de soda de San Antonio. Miró mi shop y las tres empanaditas de queso que quedaban en mi plato. Con serenidad me preguntó si le regalaba 500 pesos para comprarse un cucurucho de papas fritas. Busqué en mi bolsillo, y al acercarle la moneda vi como en su antebrazo derecho aparecía, bajo una camisa blanca un poco arremangada, una golondrina tatuada en tinta azul.



-¿Le gustan las golondrinas?
-"Hirundo rústica", me respondió
-¿Cómo?
-"Hirundo rústica", es el nombre científico de la golondrina... Me llamo Belarmino...
Se sentó a mi lado y siguió... es una de las aves más bellas y de mayor significado para el hombre en todo el mundo... Me gustan, claro, porque son viajeras como yo.
Me agradó Don Belarmino. Me gustó el tema de conversación y lo invité a un shop con unas papas fritas.
- Son viajeras de muy largas distancias... ¡pero siempre regresan a casa!... El 67 me fui en el mercante "Antilén" hasta el África... pasamos por Cabo Verde, que es una isla en el Atlántico antes de llegar al continente. Incluso antes de avistar el puerto ya se podían ver por cientos, miles de golondrinas que venían volando desde Europa...¿sabe que hacen después?
- Siguen rumbo hacia África, supongo
Se sonrió y siguió con tono misterioso.
-No todas, mi amigo, no todas...sólo la mitad sigue volando al África...
-¿Y el resto?
-Cambia de rumbo, susurró como revelando un secreto... y haciendo una pausa teatral se tomó un largo sorbo del shop frío que recién habían dejado en la mesa.
- ¿hacia dónde? era la pregunta de rigor con la que cumplí
- América del Sur, reveló, mientras aplicaba un abundante chorro de mostaza a la porción de papas fritas que había llegado humeante.      
- Mi amigo, este es un tatuaje de la "vieja escuela". Antes un marinero con golondrinas tatuadas significaba que había recorrido los siete mares. Una golondrina por cada 5 mil millas naúticas.
-¿Y Ud cuántas ha navegado?
- Ahhh perdí la cuenta, pero han de ser más que eso, así que tengo bien ganada mi golondrina... pero este pajarito tiene otra gracia...
- Cuénteme no más
- Son de un amor para toda vida
- ¿En serio?
- ¡Tal cuál!. Cuando forman pareja son fieles. Aunque se separen en largos viajes vuelven a buscarse, a cortejarse y formar familia. Siempre la misma pareja.
Sorbo a sorbo se fue terminando la cerveza. Bocado a bocado el plato de papas fritas fue quedando vacío.
- Esta golondrina en mi brazo es símbolo de libertad, de vida marinera, es el deseo de encontrar un buen puerto después del largo viaje. Pero también de lealtad y de amor al hogar.
Se quedó largo rato en silencio. No lo interrumpí.
- Es momento de levantar el vuelo...
- Fue un gusto conversar con Ud Don Belarmino...
- Andorina... ese es mi apellido. Es de origen portugués. Busque su significado, se puede sorprender. A veces los encuentros no son del todo casuales.
Se levantó y salió con caminar pausado del local que tenía su puerta abierta. Una ráfaga de viento porteño recorrió la calle.
Pensando en las historias de Belarmino Andorina me quedé mirando el trozo de cielo que se recortaba en una ventana de San Antonio.

Argot.

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