PUNTADA TRAS PUNTADA.

Hilo y aguja entre dedos pequeños. ¡Papá, papá... mira estoy cosiendo! Y Francisca me mostraba su intento por colocar la insignia del Distrito Cerro Blanco en su camisa nueva para ir por primera vez a un campamento. Dos puntadas fuera de lugar y tan largas que le hacían un pliegue a la tela. Pero eran sus puntadas. Su intento. Su gesto para dar cuenta de la emoción por esa nueva experiencia de pasar una noche fuera de casa y lejos de nosotros.
La más pequeña de su Bandada, para ella todo será novedad. Saludar desde arriba del bus al papá y la mamá, que ahora se ven más pequeños, y se quedan cuando ella parte; viajar con otras personas que no son de su familia; llevar su mochila; almorzar en bandeja, participar de una ceremonia; dormir en camarote.
¿Recordarás el listado de recomendaciones entregadas durante la cena de la noche previa? "Haga caso a sus jefas; no se aleje de las demás golondrinas; cuídese; no salga sola a ningún lado; ¡cuídese!; no se ponga a hacer locuras; abríguese en la noche; ¡¡Cuídese!!; vaya dónde su hermana si tiene algún problema... ¡¡¡CUÍDESE!!!
Para nosotros también es novedad. Ahora, en este mismo instante mientras escribo, le pido a Dios que te acompañe y te resguarde.
No mucho tiempo atrás cuando te preguntábamos si algún día serías golondrina nos respondías con un categórico "no, no y no". Esta tarde recibimos fotos del campamento. Se te ve sonriente en medio de tus compañeras de Bandada. Levantas el brazo y con tu mano haces el símbolo de la "V".
No sé por cuánto será así, pero en este momento, todos en esta familia somos parte del Movimiento. Y por el tiempo que dure espero que para ti sea una enriquecedora y hermosa experiencia, como lo ha sido para el resto de nosotros.
A ratos pareciera que afuera todo es frío y tormenta. Arrecia el vendaval de fechorías, mezquindades, y violencias. Debes abrigarte porque no siempre podrás estar junto al calor del hogar. Ya estás haciendo ese abrigo. Puntada tras puntada. Uniendo retazos de vivencias y aprendizajes. Cierto es que a veces tocará remendar, zurcir un triste desgarro. Pero otras, ojalá sean las más, podrás bordar con felices colores. Que firme sea la hebra para tu labor.
Te amamos, y en el hilván de estas pocas palabras, queremos que lo sepas.

PD: Cuídate.